Y al otro día, solos sin multitud

Y al otro día, solos sin multitud

Si el día anterior la diversión en las olas fue por doquier, al otro día la historia fluyó de igual y mejor forma. Por que esta vez éramos solo los precisos, una tras otra las olas venían sin cesar, y los niños se divertían a montones en esta divertida fábrica de olas natural.

Texto/Fotos/Pacheco


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