Con una formación estable desde principios del presente siglo, Scott Hill [guitarra, voz], Brad Davis [bajo, voces], Bob Balch [guitarra, voces] y Scott Reeder [batería, voces] – no confundir con el legendario bajista de Kyuss –, o sea Fu Manchu, regresan tras casi cuatro años de ausencia discográfica. Su nuevo trabajo, “Clone of the Universe” – que bien pudiera ser la perfecta definición de su eterno sonido –, contiene algunas sorpresas, aunque no deja de ser la continuidad de una fórmula que ha convertido a los californianos en necesidad. Su infalible receta fuzziana – vuelta a confirmar en el genial “Gigantoid” [2014, At the Dojo Records] – es como la mahonesa en las papatas fritas.
Tras la desaparición de los padrinos Kyuss, Fu Manchu se convirtieron en el perfecto antídoto para esa ausencia desértica; lógicamente, salvando las distancias. Si bien, no han logrado mantener los niveles de efectividad obtenidos con trabajos como “The Action is Go” [1997, Mammoth] o el adictivo “King of the Road” [2000, Mammoth]. Comparaciones aparte, tras casi 25 años en el ruedo, lo de Scott Hill y compañía no deja de ser otro de los triunfos de la música de nuestra generación. Constancia, entrega y un directazo de órdago, mantienen a estos veneradores de Tony Alva en la cresta de la ola de ese rock que jamás llegará a ser mainstream. Representan el equilibrio perfecto entre la coherencia compositiva y las ganas de comerse el mundo. Los fans del combo volverán a ser felices cuando la excitante “(I’ve been) Hexed” o la sosegada – aunque electrificante – “Slower than Light” penetren nuevamente sus ávidos tímpanos.
Sin novedades, pero con la certeza de que estas nuevas piezas espaciales harán las delicias de todos aquellos que se acerquen a verlos en una inminente gira que comenzará en breve en el emblemático Troubadour angelino. La sorpresa contenida en este doceavo trabajo de la banda es el tema que lo cierra, “Il mostro atomico”, dieciocho orgiásticos minutos de guitarras saturadas, repetición y un invitado de lujo, ni más ni menos que Alex Lifeson de Rush. Hail, Fu Manchu!